13-14-15 de noviembre de 2025
Mejorar el conocimiento y la práctica de hábitos de vida saludables en una familia con obesidad y diabetes tipo II.
Potenciar la coordinación interprofesional entre medicina, enfermería y trabajo social en la intervención comunitaria.
Evaluar la aceptación y adherencia de la familia a estrategias de autocuidado y prevención.
Se diseñó una experiencia docente centrada en una familia de cuatro miembros con diagnóstico de obesidad y diabetes mellitus tipo II, nivel sociocultural y económico bajo, y escasa adherencia previa a hábitos saludables. La intervención incluyó sesiones conjuntas de medicina de familia, enfermería y trabajo social, combinando educación nutricional, planificación de actividad física adaptada, control glucémico y estrategias de manejo económico y social de la alimentación. Se priorizó la participación activa de todos los miembros, fomentando la motivación, la toma de decisiones compartida y la autoeficacia. Se realizaron talleres prácticos de cocina saludable, seguimiento de indicadores clínicos y apoyo emocional y social para facilitar cambios sostenibles en el estilo de vida. La actividad se documentó mediante registros de asistencia, encuestas de percepción y objetivos alcanzados a corto plazo.
La experiencia evidenció que el abordaje interprofesional y familiar potencia la comprensión y la adherencia a hábitos saludables, incluso en contextos de vulnerabilidad social. La implicación activa de los profesionales de medicina, enfermería y trabajo social permite integrar educación sanitaria, apoyo psicosocial y seguimiento clínico en un entorno comunitario.
Este modelo educativo es replicable en Atención Primaria y puede constituir una estrategia eficaz para la prevención y el manejo de enfermedades crónicas, promoviendo cambios sostenibles en el estilo de vida familiar y fortaleciendo el papel del equipo de salud en la promoción de bienestar integral.