13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria.
Mujer de 62 años consulta por ptosis palpebral.
Enfoque individual
Antecedentes: hipotiroidismo, obesidad y esquizofrenia.
Anamnesis: ptosis palpebral superior de 20 días de evolución sin otra sintomatología.
Exploración: ptosis palpebral unilateral, sin diplopía. Impresión de somnolencia secundaria a debilidad de la musculatura cervical, manifestada por caída de la cabeza hacia anterior, incapacidad para mantener la cabeza erguida de forma sostenida. Resto sin hallazgos.
Enfoque familiar y comunitario
Sin antecedentes familiares de enfermedades neuromusculares. Apoyo social limitado, seguimiento psiquiátrico.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se sospechó miastenia gravis. El diagnóstico diferencial de ptosis incluye causas neurogénicas (parálisis del III par craneal, miastenia), miopáticas (miopatías, distrofias), mecánicas y farmacológicas. Fluctuación y fatigabilidad orientan a miastenia. El antecedente de esquizofrenia complicó la valoración, por posible atribución errónea a patología psiquiátrica o efectos farmacológicos, lo que puede retrasar diagnósticos neurológicos en este perfil de pacientes.
Tratamiento y planes de actuación
El médico de familia derivó a urgencias por sospecha de miastenia. Allí evaluada solo por Oftalmología, que remitió a Oculoplastia y posteriormente a Neurología, con demora de seis meses. En neurología realizan estudio serológico (anticuerpos anti-AChR y anti-MuSK) y electromiografía, confirmando el diagnóstico de miastenia gravis. Se inició pyridostigmina como primera línea, ajustando dosis según tolerancia y respuesta clínica. Se consideraron corticoides en caso de respuesta insuficiente, individualizando según comorbilidades psiquiátricas y metabólicas.
Evolución
Durante la espera, sin tratamiento específico, lo que retrasó el manejo adecuado y pudo haber afectado la evolución clínica. Tras el inicio, mejoró parcialmente de la ptosis, manteniéndose clínicamente estable. Continúa seguimiento multidisciplinar en neurología, psiquiatría y atención primaria, con monitorización de efectos adversos y evolución.
El diagnóstico de enfermedades neurológicas en pacientes con trastornos psiquiátricos supone un reto adicional en Atención Primaria debido a la atribución errónea de síntomas a la enfermedad mental o a sus tratamientos. Este caso subraya la importancia de una evaluación clínica exhaustiva y un seguimiento coordinado entre niveles asistenciales. Mejorar la comunicación y agilizar derivaciones es esencial para evitar retrasos diagnósticos y optimizar el abordaje integral del paciente.
El médico de familia es fundamental en la identificación precoz y la coordinación asistencial, evitando retrasos diagnósticos y optimizando el abordaje integral. La colaboración interprofesional y el seguimiento longitudinal son esenciales para mejorar el pronóstico y la calidad de vida.