13-14-15 de noviembre de 2025
Varón de 18 años que consulta por lesiones cutáneas pruriginosas en el cuello de tres semanas de evolución.
Enfoque individual
El paciente acude acompañado de su madre. Refiere picor intenso en la región lateral del cuello y parte superior del tórax, sin fiebre ni otros síntomas sistémicos. En la exploración se observa una placa eritematosa mal delimitada con zonas excoriadas y costrosas. Se sospecha inicialmente un eccema atópico, aunque la localización y morfología no son del todo características.
La madre comenta que su hijo “lleva unas semanas más irritable, callado y duerme mal”. Durante la anamnesis, el paciente evita el contacto visual, permanece retraído y responde de forma escueta. Se pauta tratamiento con corticoide tópico y antihistamínico oral, y se programa revisión en una semana.
En la siguiente consulta, sin mejora clínica significativa, el paciente acude solo. Se abre un espacio de comunicación centrado en el malestar emocional. En un ambiente de escucha empática, el joven revela que ha sido víctima de abuso sexual reiterado por parte de un amigo de la familia desde hace más de un año. Refiere que las lesiones comenzaron tras un episodio reciente de agresión.
Enfoque familiar y comunitario
Se activa el protocolo de actuación ante sospecha de abuso sexual en adultos vulnerables, dado el impacto emocional y la dependencia económica del entorno. Se notifica al equipo de salud mental, trabajo social y al centro de salud sexual y reproductiva.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Lesión pruriginosa en cuello.
Dx diferencial: eccema atópico, liquen simple crónico, dermatitis de contacto, tiña.
Juicio final: lesiones autoinfligidas en contexto de trauma psíquico por abuso sexual.
Tratamiento y planes de actuación
Acompañamiento desde medicina de familia. Derivación a salud mental y trabajo social. Coordinación con red de apoyo institucional.
Evolución
Buena evolución emocional y clínica con apoyo psicoterapéutico y abordaje familiar. El caso pone en valor el rol del médico de familia en la detección precoz y abordaje integral de situaciones de abuso ocultas tras síntomas banales.
Este caso ejemplifica cómo un motivo de consulta aparentemente banal puede enmascarar una situación de alta complejidad emocional y social. La continuidad asistencial, la creación de un vínculo de confianza y el enfoque biopsicosocial desde Atención Primaria permitieron detectar un caso de abuso sexual oculto.