13-14-15 de noviembre de 2025
Urgencias de Atención Primaria.
«Me duele la cabeza».
Enfoque individual
Antecedentes
Mujer de 51 años, acude al CAP por clínica de 22 horas de evolución, Consistente en cefalea occipital opresiva asociada a náuseas, emesis, sensación de inestabilidad. Refiere que el día anterior presentó mareo con posterior pérdida de conocimiento, no sabe el tiempo pero indica que cree que fue de una hora. Al despertar comenzó con vómitos y cefalea occipital percatándose que había tenido relajación de esfínteres. Acude por persistencia de síntomas y sensación de inestabilidad.
TA: 118/96 mmHg FC: 70 lpm. Glucosa 88.
NRL: Alerta, orientada, lenguaje claro, no desviaciones de comisura labial sensibilidad y fuerza conservadas. Pares craneales normales. No dismetría dedo-nariz. Marcha sin alteraciones, Romberg negativo. No irritación meníngea.
ECG: Normal.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Cefalea con signos de alarma.
Diagnósticos diferenciales
Tratamiento y planes de actuación
Teniendo en cuenta desde Atención Primaria diagnóstico de cefalea con signos de alarma y los síntomas que tenía la paciente (emesis + pérdida de conocimiento + relajación de esfínteres) se decide derivar a hospital.
Evolución
Evolución: Manejo en UCI, posterior intervención quirúrgica de clipaje de aneurisma cerebral. Buena evolución, se da alta a las 3 semanas.
La hemorragia subaracnoidea representa el 5% de los ictus y hasta el 5% de los pacientes fallecen antes de llegar al hospital.
Ante un paciente con una exploración física y neurológica normal, no puede pasar en alto la historia clínica, los antecedentes cardiovasculares como (obesidad, HTA, fumador, tóxicos) y anamnesis debe ser un pilar fundamental para hacer sospechar que algo anda mal. El médico de familia tiene el privilegio de conocer a los pacientes y poder identificar un signo de alarma.