13-14-15 de noviembre de 2025
El propósito de la infografía es difundir información clara y fundamentada sobre el insomnio, diferenciando sus principales tipos clínicos y presentando intervenciones no farmacológicas que han demostrado utilidad en la reducción de la hiperactivación fisiológica y cognitiva que impide un sueño reparador.
El insomnio es un trastorno del sueño definido por la dificultad persistente para iniciar o mantener el sueño, o por el despertar precoz. Se considera clínicamente relevante cuando ocurre ≥ 3 noches por semana durante ≥ 3 meses y conlleva deterioro en el funcionamiento diurno.
La infografía distingue dos formas principales: insomnio de conciliación, caracterizado por una latencia de sueño superior a 30 minutos, habitualmente vinculado a ansiedad o pensamientos intrusivos, e insomnio de mantenimiento, que se manifiesta en despertares múltiples o precoces con dificultad para reanudar el sueño.
Para su abordaje inicial, se destacan técnicas no farmacológicas incluidas en programas de terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I): respiración diafragmática profunda, que regula el sistema nervioso autónomo; relajación muscular progresiva, orientada a disminuir la tensión somática; visualización guiada y mindfulness, que reducen la activación cognitiva; y estiramientos o yoga suaves, que favorecen la relajación física antes del descanso.
El insomnio es altamente prevalente y constituye un factor de riesgo para alteraciones del estado de ánimo, fatiga crónica y deterioro cognitivo. La evidencia muestra que la aplicación sistemática de técnicas de relajación y hábitos de higiene del sueño puede mejorar significativamente la calidad del descanso y reducir la dependencia de fármacos hipnóticos.
La información de la infografía es útil en atención primaria como recurso educativo para dar en consulta o promocionarlo en las pantallas del centro. La propuesta es segura, accesible y de bajo coste, lo que permite a los pacientes implementar cambios inmediatos en su rutina. Su integración en programas de salud comunitaria puede contribuir a la prevención de la cronificación del insomnio y a la promoción de un mejor bienestar físico y mental.