13-14-15 de noviembre de 2025
Hombre de 73 años que consulta por tumoración recidivante en pierna izquierda.
Enfoque individual
Antecedentes personales: No alergias medicamentosas conocidas, lipoma intervenido 2015 en pierna izquierda. No tratamientos activos.
Anamnesis: tumoración recidivante en cara interna del muslo izquierdo desde hace más de 12 meses de evolución, sin dolor o síndrome constitucional asociado.
Exploración física: Molestias focales por presión, dolor a la palpación en cara interna, balance muscular conservado, varo clínico y neurovascular distal sin alteraciones.
Pruebas complementarias
Ecografía en cara medial del tercio proximal del muslo izquierdo se identifica una lesión profunda de contornos lobulados parcialmente bien definidos, que muestra una ecogenicidad relativamente homogénea y similar a la grasa. Mide 13,8 x 6,2 x 7,5 cm y no muestra clara vascularización en el estudio Doppler color, siendo compatible con lesión de estirpe lipomatosa. Se recomienda ampliar estudio con resonancia magnética (RMN).
RMN: Tumoración profunda intramuscular al grácilis sugestiva de liposarcoma bien diferenciado de 16 x 7,4 x 9,2 cm. Tumoración heterogénea, de intensidad de señal grasa en todas las secuencias, que presenta múltiples septos finos confluentes, que realzan tras administración de contraste y zonas parcheadas con discreto aumento de la señal en secuencias líquido y que realzan discretamente tras la administración de contraste.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Lipoma.
Fibroma.
Quiste epidermoide.
Liposarcoma.
Tratamiento y planes de actuación
En un primer momento se pautan antiinflamatorios con escasa mejoría.
Se deriva a comité de tumores de tumores óseos del hospital de referencia donde se indica exéresis y radioterapia adyuvante.
Evolución
A día de hoy el paciente continúa en tratamiento con radioterapia pendiente de control evolutivo.Los liposarcomas representan aproximadamente el 1% de los cánceres de tejido conectivo por lo que son un reto diagnóstico tanto para los médicos de familia, radiólogos y traumatólogos ya que presenta una clínica larvada, baja prevalencia y por tanto una baja sospecha clínica. Además de difícil caracterización por técnicas de imagen para diferenciar el tejido lipomatoso del que no lo es.