13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria.
Mujer de 22 años con lesiones ampollosas.
Enfoque individual
Antecedentes personales: varicela en la infancia. Sin otros datos de interés.
Consulta por lesiones vesiculosas en ingle derecha, con extensión a muslo y abdomen de 1 semana de evolución. Refería picor.
En la exploración lesiones en distintos estadios en forma de vesículas tensas y ampollas con ligera base eritematosa, sin seguir recorrido de la metámera.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: varicela.
Diagnóstico diferencial: penfigoide ampolloso e impétigo ampolloso.
Tratamiento y planes de actuación
Plan: control en 48 horas, observación.
Evolución
Evolución: al control de las 48 h persisten las lesiones sin signos de expansión o nuevas lesiones. Se pauta cetirizina y crema hidratante. Se solicita interconsulta a dermatología. En punto de atención continuada le prescriben pomada con triamcinolona, neomicina y nistatina con mejoría parcial. Acudió a consulta privada con impresión diagnóstica de penfigoide ampolloso, continuando con mismo tratamiento. Solicita cita en centro de salud y tras revaloración se indica ácido fusídico con cita a los 7 días. Al persistir cuadro se prescribe amoxicilina-clavulánico con respuesta completa.
Diagnóstico final: impétigo ampolloso.
Discusión (resumen)
El impétigo ampolloso en adultos puede simular cuadros víricos o autoinmunes, lo que dificulta su diagnóstico inicial. El seguimiento clínico estrecho y la continuidad asistencial resultan claves para identificar la etiología.
El impétigo ampolloso debe considerarse en adultos con lesiones ampollosas atípicas. Siendo ejemplo este caso de cómo lesiones ampollosas en adultos pueden simular procesos víricos o autoinmunes.
El seguimiento clínico estrecho permitió identificar la etiología y la aproximación diagnóstica. Siendo imprescindible la longitudinalidad y continuidad asistencial.